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1 Preparar los secos. Tamiza la maicena, la harina y el polvo de hornear en un bol grande. Añade la pizca de sal y mezcla.
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2 Batir mantequilla + azúcar. En otro bol, bate la mantequilla con el azúcar impalpable hasta que esté cremosa y algo pálida (1–2 minutos con batidor eléctrico).
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3 Agregar yemas y sabores. Incorpora las yemas una a una, luego la leche y la vainilla. Mezcla hasta integrar.
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4 Unir secos y formar masa. Agrega los secos tamizados a la mezcla de mantequilla con una espátula, integrando con movimientos envolventes. No batas en exceso: la masa debe quedar suave y homogénea, ligeramente quebradiza. Si está muy seca, añade 1 cucharadita de leche; si está muy pegajosa, espolvorea 1–2 cucharadas de maicena.
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5 Reposo. Forma un disco plano con la masa, envuélvelo en film y refrigera 30–60 minutos (facilita estirar y evita que en el horno se deformen).
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6 Estirar y cortar. Sobre superficie enharinada (usa maicena o harina), estira a 3–4 mm de espesor. Corta círculos de ~5 cm (o del tamaño que prefieras). Reúne restos, refrigera 10–15 min si la masa se ablanda.
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7 Hornear. Precalienta el horno a 170 °C (horno estático). Coloca las galletas en bandeja con papel manteca, separadas. Hornea 10–12 minutos — deben quedar pálidas, apenas doradas en los bordes. (Si usas convección, baja 10–15 °C y vigila).
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8 Enfriar. Deja enfriar sobre rejilla completamente antes de rellenar.
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9 Rellenar y terminar. Coloca una cucharadita generosa (≈25–30 g) de dulce de leche en la galleta y tapa con otra. Si quieres, pasa los bordes por coco rallado o espolvorea azúcar impalpable. Para baño de chocolate: prepara ganache (chocolate + crema) y sumerge la mitad o todo el alfajor; deja secar sobre rejilla.