Dedicarse de lleno al chocolate, a simple vista, puede parecer impensable. Desde siempre, o por lo menos en Colombia, la chocolatería ha estado asociada con la pastelería bajo aplicaciones como coberturas, rellenos, y terminados de una torta, un postre, e incluso, como novedad en un pan.
Sin embargo, el concepto como tal aún está inexplorado, dejando a muy pocos emprendimientos con la responsabilidad de educar y culturizar al consumidor local con los sabores, la filosofía y el proceso como tal de un chocolate hecho bombón. Porque la chocolatería de nivel, amigo lector, va más allá de lo que conocemos como barra de chocolate o chocolatinas; sí las mismas del avión ultrasónico en el empaque, y que no son más que un producto comercial cuyo propósito es el de producir en masa bajo un modelo industrial.
En nuestra búsqueda constante por promover el talento nacional, revista Pan Caliente encontró en Madrid (España) a una talentosa chocolatera colombiana, que gracias a una formación constante, al talante y a su capricho profesional, decidió basar su plan de vida en uno de los productos más populares del mundo. Esta es la historia de Sylvia Baquero y su mundo de chocolate.
En busca de un sueño
Si por algo se ha destacado esta bogotana es por crear y conceptualizar verdaderas piezas artísticas a través del chocolate. Sus primeros pasos en el mundo laboral los vivió en Colombia, lugar en donde estudió pastelería y aprendió todo lo referente a las masas, y el dulce. Su primer trabajo fue en Levapan, empresa en donde ejecutó el rol de asesora técnica, y desde donde aplicó todo lo aprendido en su carrera.
“Estoy trabajando en una nueva línea en donde las personas puedan consumir chocolate saludable; un producto libre de procesados y donde el concepto como tal va en línea con la filosofía Plant based; una manera en que los ingredientes son 100% de orígen vegetal”, finaliza.