"Panaderos de distintas partes del país conocen la receta cuyo único ingrediente “secreto” está en el amasado que debe ser totalmente a mano, sin embargo haciendo la receta igual que en Guayatá no les queda con el mismo sabor"
Guayatá proviene de Guaya la quebrada que pasa por Tenza y de la palabra chibcha “Ta” que significa (tierra de allá)
Doña Ana nos contó que lleva 38 años haciendo la misma receta que le enseñó un colega que luego se trasladó a Bogotá – “en ninguna otra parte la mogolla guayatuna queda como aquí”- recalca orgullosa doña Ana.
Panaderos de distintas partes del país conocen la receta cuyo único ingrediente “secreto” está en el amasado que debe ser totalmente a mano, sin embargo haciendo la receta igual que en Guayatá no les queda con el mismo sabor, por lo que muchos creen que en el sabor influye el agua de la región.RPC: ¿Qué ingredientes lleva la receta original?
AR: Bueno la parte externa de la mogolla o masa negra como se conoce por el color que le da la panela, se hace con:
El relleno o el alma de la mogolla como le dice la gente por lo que es blanca, se hace con:
RPC: ¿Y simultáneamente hacen la masa de relleno?
AR: Si, de esa se encarga mi hija, porque de esa misma salen las barritas con las que al final bordamos la mogollas.RPC: ¿La gente compra la mogolla para el desayuno, o para qué hora del día?
AR: Para cualquier hora, la compran para el desayuno, para las onces, medias nueves, mucha gente almuerza con una mogolla y una gaseosa, la llevan para el campo, esta mogolla tiene algo muy particular y es que entre más días pasan más suave se vuelve y el sabor es más rico.
Para armar las mogollas empiezan con la masa negra que es la que va en mayor proporción, encima va “el alma” de la mogolla que es la masa blanca de relleno con un trozo de bocadillo encima, las vuelven a amasar y pasan a hacerle el bordado a cada mogolla.
Con las latas previamente engrasadas con aceite, las llevan al horno durante 20 minutos aproximadamente.
Un delicioso olor a miel inunda la panadería, no solo nosotros queremos probarlas, la gente que pasa por allí pregunta si ya están listas, el olor es solo el anuncio de un placentero sabor que va acompañado de una crocante sensación en la boca, sin duda las mejores mogollas dulces que hemos probado.
Nos despedimos de doña Ana con la promesa de volver en Agosto para disfrutar de la feria que hay en honor de la mogolla Guayatuna que tiene su propio monumento en el parque del pueblo.